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sábado, 16 de febrero de 2013

Dios Quiere Prosperarte - Conociendo la Voluntad de Dios - Leccion 1




Antes que nada si no a leído la introducción a este estudio le pido que lo haga primero…Clic Aquí para ir a la Introducción.

Hay muchos cristianos que tienen un corazón generoso. Ellos quisieran dar más para la obra de Dios, quisieran invertir en el Reino, pero a veces no tienen lo suficiente ni siquiera para cubrir las necesidades de su familia. Es posible que éste sea tu caso, y ya estés cansado de esa situación.

Sin embargo, antes de que nuestra situación cambie, nosotros debemos cambiar.

Nuestra mente debe ser renovada antes de que el yugo de pobreza y necesidad se pudra en nuestras vidas. Veamos por un momento la oración del apóstol Juan (el que conocía al Señor Jesús más íntimamente) en 3 Juan versículo 2: AMADO, YO DESEO QUE TU SEAS PROSPERADO EN TODAS LAS COSAS, Y QUE TENGAS SALUD, ASÍ COMO PROSPERA TU ALMA.


Estas son palabras poderosas. No es un saludo de cortesía o una buena muestra de los deseos del apóstol para un amigo en particular. Estas palabras fueron inspiradas por el Espíritu Santo, y reflejan la voluntad del Padre para sus hijos.

Juan NO ora para que Usted aprenda a conformarse con la pobreza ni a soportar la miseria. Más bien ora para que un mover poderoso de Dios llegue a su vida para romper los yugos de necesidad y que Usted pueda prosperar según el orden divino.

Antes de seguir adelante es importante que establezcamos claramente dos principios espirituales:

1.   Su actual condición financiera ha sido causada por su actitud hacia el dar en los años anteriores.

2.   Su futura condición financiera será determinada por su obediencia a partir de hoy.

Lea estos principios una y otra vez hasta que queden grabados en su memoria. Deje de culpar a Dios, a la mala suerte, a su patrono o a su esposa. Acepte su propia responsabilidad.

Algunos dicen que las promesas de Dios han fallado, que ellos han leído, creído y confesado Filipenses 4:19: Mi DIOS, PUES, SUPLIRÁ TODO LO QUE OS FALTE CONFORME A SUS RIQUEZAS EN GLORIA EN CRISTO JESÚS; y que aún así continúan teniendo necesidades.

Debemos aprender a recibir de Dios si queremos llegar a ser dadores generosos.

La promesa de Filipenses 4 no empieza en el versículo 19, sino en el 15, pero lo invito a que leamos el pasaje desde el Versiculo 10 en adelante:

“10En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad. 11No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. 12Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. 13Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
14Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. 15Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; 16pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades. 17No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta. 18Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios. 19Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. 20Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.”

Pablo les da esta palabra de fe y bendición porque los Filipenses habían sido la única iglesia que contribuyó financieramente a sus esfuerzos misioneros. Dieron sin cansancio, "una y otra vez” (v. 16) y dieron tanto que Pablo les escribe "estoy lleno, tengo abundancia" (v. 18).

Hasta que no hayamos dado de esta manera no tendremos derecho a reclamar como nuestra esa promesas del versículo 19.

En segundo lugar, note que Dios nos bendecirá "conforme a sus riquezas ", y no conforme a nuestra necesidad. Muchos piensan que por el simple hecho de que ellos necesitan algo Dios va a correr a dárselo.

Si Dios se moviera por la necesidad del hombre no habría millones muriendo de hambre en la India, Somalia, Bangladesh y muchas ciudades de América Latina.

Si Dios se moviera por la necesidad del hombre no habría sequías en Etiopía, Ruanda y muchas otras regiones del planeta.

Aunque a su mente vieja le cueste trabajo admitirlo, lo que mueve la mano de Dios no es la necesidad del hombre, sino la FE en su Palabra. Dios responde a la fe porque la fe verdadera siempre conduce a la obediencia.

Cada vez que el Señor nos habla de invertir cierta cantidad en su Reino El no solamente está levantando dinero para las finanzas de la congregación, o para un proyecto determinado, sino que está levantando finanzas para nuestro propio futuro, para el tiempo cuando nuestra visión, sueños y proyectos sean hechos realidad.

Recuerde, Él no provee conforme a las necesidades de Usted, sino conforme a las riquezas de Él.

Muy bien, repasaremos lo aprendido hasta ahora. Recuerde que debemos avanzar "mandato tras mandato, un poquito aquí y otro poquito allá":

1.   Es urgente renovar nuestra mente. Sólo podemos hacerlo a través de estudiar y obedecer la Palabra de Dios

2.   Dios quiere prosperarlo aún más de lo que Usted mismo desea (3 Juan 2)

3.   El futuro de sus finanzas y las de su familia depende de su obediencia a los principios bíblicos. Empiece hoy mismo.

4.   Dios no se mueve solamente porque alguien tiene una necesidad. Es necesario tener fe para poder agradarle a Él (Hebreos 11:6)

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