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lunes, 6 de diciembre de 2010

Como Nos Llego El Texto del Nuevo Testamento


Las Escrituras del Nuevo Pacto pasaron por tres etapas:
Transmisión oral para los libros históricos de Jesús.
Transmisión escrita.
Canon.
"Es notable que el cristianismo incluya dentro de su propia Biblia las escrituras íntegras de otra religión, el judaísmo. El término Antiguo Testamento (de la palabra latina para ‘alianza’) se aplicó a estas Escrituras sobre la base de las obras de Pablo y de otros primitivos cristianos, que diferenciaron entre la ‘Antigua Alianza’ que Dios estableció con Israel y la ‘Nueva Alianza’ sellada a través de Jesucristo (véase, por ejemplo, Hebreos. 8,7). Como la primitiva Iglesia creía en la continuidad de la historia y de la actividad divinas, incluyó en la Biblia cristiana los registros escritos de la antigua y de la nueva alianza". (Enciclopedia Encarta. Microsoft. 1.999. Biblia.)
Para Jesús, los apóstoles y la comunidad cristiana original de Palestina, las escrituras del Antiguo testamento fueron las del período protomasorético que se encontraba en poder de los escribas, escribas que fueron criticados duramente por Jesús por cambiar la ley de Dios por sus tradiciones (Mishna). Marcos 7:6-9.
Más adelante cuando el cristianismo llega fuera de Palestina las escrituras Antiguo Testamentarias de la Iglesia fueron la versión de los Setenta LXX, versión a esta altura ya rechazada por los judíos.
Es ahora la Iglesia Cristiana la que hace que se saquen copias de la LXX y en este proceso el texto sufre alteraciones accidentales e intencionales, estas últimas motivadas por el afán conciente o semiconsciente de hacer más efectivas sus citas en la polémica entablada con los judíos para demostrar que Jesús es el Mesías que hablan las profecías.
En cuanto a la formación del texto griego del Nuevo Testamento, su inicio tardó algunos decenios después de la muerte de Jesús y otros decenios más en considerarse escritura sagrada.
PERIODO  DE  TRASMISION  ORAL
Los libros que contienen la vida del ministerio terrenal de Jesús pasaron por el siguiente proceso:
Suceso

Transmisión oral del suceso

Diversas tradiciones orales

Diversas tradiciones escritas

Documento Quelle "Q"

Escrito de Marcos

Escrito de Mateo
Escrito de Lucas

Tradiciones Tardías

Escrito de Juan
En esta fase se trasmitieron las enseñanzas y la vida de Jesús por lo discípulos, quienes repetían lo que habían escuchado de labios de Jesús. 1 Juan 1:1-4.
Se considera tiempo de transmisión oral el periodo que transcurrió entre la realización del suceso y el registro escrito del mismo.
Pronto esas tradiciones orales empezaron a escribirse y a coleccionarse en pequeñas unidades llamadas perícopas "con las cuales se alimentaba el contacto personal de los creyentes con Jesús y eran acompañadas y completadas por la tradición oral apostólica.
Se conocían varias clases de estos bloques ya tallados en perícopas.
  1. De discursos.
Sermón de la montaña. Mateo 5-7.
Colección de parábolas. Mateo 13.
El discurso escatológico del monte de los Olivos. Mateo 24.
  1. De controversias.
Las cinco controversias de Jesús en Galilea. Marcos 2:1-2,6.
Las controversias en Jerusalén. Marcos 11:27-33; 12:13-37.
  1. De milagros.
Jornadas de milagros en Capernaúm. Marcos 1:21-39, Lucas 4:31-42.
Los milagros alrededor del lago. Marcos 4:35 al 5:43. Lucas 8:22-56.
  1. De la pasión.
Se reconoce hoy que es el escrito más antiguo de todos. (Neira, Enrique. Cristo Nuestro Centro. Norma. Pags. 34-35 )
Estas colecciones de escritos luego vendrían a desembocar en un escrito llamado Q (del alemán quelle = fuente), que posteriormente sería utilizado por los escritores de los libros sinópticos.

DE  LO  ORAL  A  LO  ESCRITO
Cuando los escritores bíblicos escribían, ni siquiera soñaban que aquello que producían tenía, o llegaría a tener, la autoridad de los escritos sagrados que leían en la sinagoga y en las primeras congregaciones de cristianos.
Puede decirse que en el Nuevo Testamento, quizás con la excepción del Apocalipsis—por su naturaleza particular—, no hay indicios de que sus autores creyeran que lo que estaban escribiendo iba a ser parte de «La Escritura».
Pero, por proceder esos escritos de quienes procedían, por la autoridad que representaban sus autores y por considerar que, de alguna manera, eran testimonio de primera mano y fidedigno de «las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas» (Lucas 1:1), los grupos cristianos no sólo guardaron y releyeron los textos que directamente ellos habían recibido sino que, además, comenzaron a producir muchas copias y a distribuirlas entre otras tantas comunidades hermanas.
Poco a poco, los cristianos fueron reconociéndoles a esos textos autoridad privilegiada para la vida de la Iglesia y, con ello, reconocieron la inspiración divina en su producción y elaboraron, en fecha posterior, la doctrina correspondiente.
Nos hemos referido hasta ahora a libros del Nuevo Testamento que se escribieron, en su mayoría, «de corrido».
El pensamiento de la inminencia del regreso de Jesucristo, que llevó a la Iglesia de Jerusalén a la sociedad comunitaria, Hechos 4:32-35, influyó en los apóstoles para no colocar rápidamente por escrito la vida de Jesús.
La carta más antigua que conocemos es la carta de Pablo a los Tesalonicenses, la que escribe desde Corinto cerca del 50 d. C.
VARIAS  TRADICIONES  ORALES.
Aunque el período de transmisión oral fue mas corto en comparación al del Antiguo Testamento, aún así se alcanzaron a formar varias tradiciones orales que originaron a su vez varias tradiciones textuales cuya variedad se echará de ver en los escritos mismos del Nuevo Testamento.
Compare: Mateo 10:1-4; Marcos 3:13-19 y Lucas 6:12-16.
Mateo 8:28-34 y Marcos 5:1-20.
Mateo 9:27-31 y Marcos 10:46-52.
Mateo 26:34; Marcos 14:30; Lucas 22:34.
Lucas 22:39-46 y Marcos 14:32-42.
Mateo 28:1-7 y Juan 20:1-10..
El proceso de transmisión del texto por medio de copias manuscritos estuvo sin embargo sujeto a riesgos de error y dio ocasión también a alteraciones intencionales.
Los copistas algunos de ellos profesionales al menos en la primera etapa "no pudieron tener el mismo cuidado por una simple razón. No tenían conciencia de que lo que copiaban era Santa Escritura", (Camargo, Báez. Breve Historia Texto Bíblico. SBU. Pag. 48. ) porque aún no había sido definido de esta forma.
CAUSAS  DE  LAS  DIFERENCIAS  EN  LOS  MANUSCRITOS.
En los primeros días de la Iglesia Cristiana, luego de que una carta apostólica era enviada a una congregación o a un individuo, o después que un Evangelio era escrito a fin de llenar las necesidades de un público lector en particular, se elaboraban copias con el propósito de extender su influencia y facilitar a otros sus beneficios. Era por lo tanto inevitable, que esas copias manuscritas contuvieran un número mayor o menor de diferencias en palabras con respecto a su original.
  1. Falla visual.- "Hubo cambios que no fueron deliberados, sino resultado de una mala lectura o de la mala memoria.
Los escribas cometían errores porque se saltaban una letra, o una palabra, o incluso una línea completa, con lo cual omitían en forma accidental una o varias palabras.
Otras veces leían mal el texto, y copiaban la letra o palabra equivocadas, o bien, repetían por error una o varias palabras.
  1. Falla auditiva.-  En ocasiones, varios escribas trabajaban juntos en el mismo recinto, copiando uno mientras el otro leía el texto en voz alta.
En esos casos, a veces los escribas oían mal y escribían incorrectamente alguna palabra.
Por ejemplo, la segunda parte de 1 Juan 1.4 dice en RVR: «para que vuestro gozo sea cumplido». Sin embargo, casi todas las traducciones modernas dicen: «para que nuestro gozo sea cumplido». En griego, las palabras «vuestro» y «nuestro» se componen de cuatro letras cada una y se diferencian entre sí únicamente por la primera. Pero cuando se pronuncian, ambas palabras suenan igual. Dado que «vuestro» y «nuestro» tienen sentido dentro del contexto, aparentemente algunos escribas escribieron una forma mientras que otros escribieron la otra.
Eran muchos los factores que hacían que los escribas cometieran errores: el frío,
la poca Luz, los defectos visuales, la fatiga.
  1. Falla material.-  Algunas veces, el manuscrito que estaban copiando había sido parcialmente dañado, y le faltaban algunas líneas al principio o al final de la página, o bien, los insectos habían dañado alguna parte de la página. A veces la página se había mojado y la tinta se había  corrido, por lo que el escriba debía adivinar lo que se había escrito originalmente.
Dado que los escribas fueron haciendo cambios deliberados o no deliberados, cada vez hubo más manuscritos diferentes entre sí.
Algunas veces, los escribas tenían acceso a varios manuscritos y se daban cuenta de las diferencias al compararlos. En esos casos, algunos escribas escogían la lectura de un manuscrito en lugar de la de otro, mientras que otros conservaban ambas lecturas.
  1. Alteraciones por incertidumbre.
Había dos razones para que aparecieran notas en el margen de un escrito: Primero si un copista olvidaba escribir una parte del escrito que transcribía entonces lo anexaba como una nota al margen y segundo cuando el copista quería hacer un comentario del texto que escribía lo colocaba también en el margen.
Entonces cuando el nuevo copista hallaba la nota escrita en el margen y no sabía si era comentario o parte del texto terminaba incluyéndola como parte del texto principal.
  1. Cambios intencionales motivados por reverencia o alguna razón teológica.
Cuando los escribas copiaban escritos del Nuevo Testamento, hacían cambios en el texto.
Algunos cambios fueron deliberados, con el fin de mejorar el estilo o la gramática.
Otros cambios deliberados se hicieron para que el texto de un evangelio coincidiera con el de otro evangelio, o para que lo que Pablo había escrito en una carta coincidiera con lo que había escrito en otra.
Compárese, por ejemplo, la versión más corta de 1ª Tesalonicenses 1.1, que utiliza Dios Habla Hoy («su gracia y su paz»), con la versión más larga del mismo versículo, que utiliza Reina Valera Revisada («gracia y paz…de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo»).
Compárese también el Padrenuestro de Lucas 11.2–4 en RVR y DHH. Muy a principios en la historia de la iglesia, el Evangelio según San Mateo era el evangelio más popular de los cuatro, y el Padrenuestro, según Mateo 6.9–13, llegó a ser la oración más citada en la adoración de la iglesia.
Aunque originalmente el texto del Padrenuestro en Lucas 11.2–4 era diferente a la misma oración que aparece en Mateo, un escriba desconocido cambió la forma de Lucas para que coincidiera con la forma más conocida del Evangelio según San Mateo. Esta forma modificada y más larga de la oración en Lucas es la que aparece en el Textus Receptus el cual hasta este siglo ha servido de base para la traducción de RVR y de casi todas las traducciones del mundo. Casi todas las traducciones modernas usan en Lucas la forma corta del Padrenuestro, es decir, una forma diferente al Padrenuestro de Mateo. (Ibid. Compubiblia)
En Colosenses 1:23 Pablo escribe que del evangelio que él fue hecho ministro (diácono, servidor). Como el trabajo del diácono llegó a ser un orden ministerial menor que el de apóstol a algunos copista les pareció rebajar la categoría de Pablo si dejaban ahí esa palabra, así que cambiaron por predicador y apóstol, mientras otros prefirieron las tres palabras predicador, apóstol y ministro (servidor).
Lo mismo sucede en Juan 7:8. Los manuscritos están divididos en su escritura entre: Yo no voy (a la fiesta) probable texto original y: Yo todavía no voy, enmendado para que Jesús no apareciera como mentiroso puesto que al final si fue a la fiesta.
Y luego en 7:10 el texto probable es el que tienen algunos manuscritos: Jesús fue a la fiesta no públicamente sino en secreto. Pero otros dan un texto probablemente enmendado y dicen: No públicamente sino como en secreto. Al enmendar el 8 se vieron en la obligación de enmendar también el 10.
También se hicieron cambios deliberados para «mejorar» la teología de ciertos versículos. Por ejemplo, Lucas 2.41–43 dice que cuando Jesús tenía doce años de edad, se quedó en Jerusalén después de la fiesta de la Pascua, en lugar de volver a casa con el grupo de peregrinos.
Los mejores manuscritos dicen en el versículo 43 que Jesús se quedó sin que «sus padres» se dieran cuenta. Como José no era el padre biológico de Jesús, un escriba cambió «sus padres» a «José y su madre», probablemente para proteger la doctrina del nacimiento virginal de Jesús. RVR dice «José y su madre», con base en el Textus Receptus, pero la mayoría de las traducciones recientes se basan en mejores manuscritos y utilizan «sus padres»

ETAPA  PRECANONICA.
En la etapa precanónica hay escritos cristianos que empiezan a verse más y más como de autoridad divina o inspirados por el Espíritu Santo, es decir como escrituras de autoridad semejante o paralela al Antiguo Testamento.
Es bueno anotar que el Antiguo testamento de la Iglesia primitiva fue la versión de la Septuaginta, la cual incluye los libros hoy llamados Deuterocanónicos.
Con el paso de los años la Iglesia comenzó a darle a los escritos Paulinos el carácter de autoridad similar a los libros del Antiguo Testamento.

SIGLO  SEGUNDO
Clemente de Roma "uno de los Padres de la Iglesia, autor de una epístola que esta iglesia envió a la de Corinto y el primero en la lista de los padres de apostólicos", por el año 100 decía que Pablo escribió bajo la inspiración del Espíritu Santo.
El primero en hacer una lista de escritos sagrados fue Marción. El dividió los escritos en dos partes. La primera el Señor y la segunda El apóstol. En la primera ubicó solo el evangelio de Lucas y en la segunda 10 cartas de Pablo.
En la segunda mitad del siglo II, se comienzan a llamar a los libros que se consideran inspirados como Escrituras, pero se presenta el problema que se le da también ese nombre a los libros que posteriormente no serían catalogados como canónicos y aún heréticos.
Justino Mártir (100-165) es el primero en asociar el concepto de canonicidad con el de la inspiración divina.
Un elemento de orden material que influyó mucho en la formación del canon, fue la sustitución de los antiguos rollos de piel de animal por lo códices que eran hojas encuadernadas primeramente de papiro y luego de pergamino. Era necesario definir que escritos se incluían dentro del códice (Libro).

 EL  FRAGMENTO  MURATORI
De finales del siglo II o principios del III, es un manuscrito que contiene una lista de libros del Nuevo Testamento, escrita en latín, conocida como el Fragmento Muratori, por el nombre del anticuario y teólogo que descubrió el documento: Ludovico Antonio Muratori.
En el Fragmento Muratori se mencionan, como libros aceptados, 22 de los que componen nuestra versión del canon del Nuevo Testamento. Faltan los siguientes: Hebreos, Santiago, 1 y 2 de Pedro, 3 de Juan. Pero se añaden, como aceptados, otros dos libros: Apocalipsis de Pedro y Sabiduría de Salomón. Además, se da una lista de obras que fueron rechazadas por la iglesia, por diversas razones.

CONCEPTOS  DIVERGENTES  EN  CUANTO  A  LOS  LIBROS  AUTORITATIVOS.
Como no había una lista oficial del libros cada Iglesia tenía sus libros preferidos.
En el segundo siglo Taciano (110-172) rechazaba algunas cartas de Pablo.
Clemente de Alejandría (155-220) primer erudito cristiano conocido, no acepta a Santiago y cita a la Didaje, el pastor de Hermas, la predicación de Pedro, la carta de Bernabé, el Apocalipsis de Pedro, el evangelio según los hebreos, el evangelio según los egipcios y el apócrifo de Mateo como escritura Sagrada.
Irineo (125-200) Obispo de Lyon, no considera a Hebreos como inspirado pero cita la 1 de Clemente y el Pastor de Hermas como Escritura.
Tertuliano (155-220) Teólogo africano es el primero que usa los términos Antiguo y Nuevo testamento con lo cual los escritos cristianos reconocidos son colocados en una categoría similar a los libros judíos. 

SIGLO  TERCERO
Eusebio (265-339), obispo de Cesarea escribe en su historia Eclesiástica:
"Habiendo llegado a este punto, ya es hora de dar una lista de los escritos del Nuevo Testamento mencionados. Primero se ha de situar la santa tétrade de los Evangelios, seguidos por los Hechos de los apóstoles.
A continuación hay que disponer las epístolas de Pablo, después se ha de decretar como cierta la 1 de Juan así como la de Pedro. Luego si se desea, el Apocalipsis de Juan, sobre el que ha su tiempo manifestaremos lo que se cree de él. Estos son los reconocidos.
Los escritos discutidos, a pesar de ser conocidos por la mayoría, son las llamadas epístolas de Santiago, la de judas y la 2 de Pedro, y las que llaman 2 y 3 de Juan, tanto si son del evangelista como si son de alguien con el mismo nombre.
Hay que considerar como espurios los siguientes: Los Hechos de Pablo, el llamado Pastor, el Apocalipsis de Pedro, la que dicen que es epístola de Bernabé, el escrito llamado Enseñanza de los apóstoles y como dije si se desea, el Apocalipsis de Juan. Este escrito es rechazado por algunos y considerado entre los reconocidos por otros.
Algunos incluyen en esta lista el evangelio a los hebreos por el que gozan en gran manera los hebreos que han recibido a Cristo. No obstante todos estos escrito son discutidos. (Cesarea de, Eusebio. Historia Eclesiástica. CLIE. Pag. 174.)

Por

Mario Pombo

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