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sábado, 11 de diciembre de 2010

Salga de la religión y Compruebe La Voluntad de Dios


En la ley mosaica, la voluntad de Dios estaba escrita en tablas de piedra, por esto los Israelitas quienes fueron los únicos que estuvieron bajo ese pacto de muerte, para saber si estaban cumpliendo la ley, debían abstenerse de quebrantar alguno de los 10 mandamientos, pues así podían considerarse justos.
En el Nuevo Pacto, la voluntad de Dios no está ni grabada en tablas de piedra o en libros de papel, ahora Dios escribe su ley (voluntad, deseo) en la mente y corazón de sus hijos. Hebreos 8:10. Por lo cual este es el pacto que haré con la casa de Israel, después de aquellos días dice el Señor, pondré mis leyes en la mente de ellos y sobre su corazón las escribiré.
De esta manera todo hijo de Dios que ha creído en la obra de Cristo Jesús, puede conocer y comprobar la voluntad de Dios sin necesidad de intermediarios físicos.
1.-  REQUISITOS  PARA  COMPROBAR  LA  VOLUNTAD  DE  DIOS. Romanos 12:2.
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
NO  VIVIR  CONFORME  A  LOS  RUDIMENTOS  DEL  MUNDO.
Mientras un creyente tiene su entendimiento contaminado con los dogmas de la religión, y su vida atada a las tradiciones de los hombres, queriendo Agradar a Su Pastor o Líder en Lugar de Agradar a Dios, su mente no puede comprobar la voluntad de Dios pues recurre a la justificación por obras, de esta forma anda en religiosidad y tradición y está imposibilitado de comprender la vida de Dios que se manifiesta por fe y para fe.
Por esto el llamado del apóstol es en primer lugar a limpiarnos de toda contaminación y así no permitir el ser engañados por filosofías, tradiciones y rudimentos de hombres, ya que quien vive en esas prácticas no puede renovar su entendimiento hacia el conocimiento pleno. Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos de los hombres y no según Cristo. Colosenses 2:8.
RENOVAR  EL  ENTENDIMIENTO  POR  MEDIO  DEL  CONOCIMIENTO  ESPIRITUAL.
El remedio para limpiar la mente de contaminación religiosa, es el adquirir conocimiento espiritual. Encontramos creyentes que se congregan muchos años, pero en ellos no se nota ninguna vida, siguen siendo los mismos religiosos de siempre, ¿Qué es lo que les sucede? Ellos no están recibiendo conocimiento espiritual, sino conocimiento religioso. Recibe es Metodologías de Hombres adaptadas a la Iglesia; por eso están adormecidos, porque quien recibe el conocimiento espiritual vive en continua renovación y crecimiento espiritual.
Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño. Hebreos 5:12-13.
Esto se manifiesta en  que cada vez en la Iglesias se adoptan metodologías de hombres que supuestamente funcionaron en otras congregaciones haciéndose necesario volver a enseñar los rudimentos la Palabra de Dios.
Entonces encontramos que es requisito fundamental para poder comprobar la voluntad de Dios el dejar los rudimentos y las tradiciones de los hombres renovando nuestro entendimiento con el conocimiento espiritual.
2.-  COMPROBANDO  LA  VOLUNTAD  DE  DIOS
ES  UNA  TAREA  INDIVIDUAL.
Comprobar la voluntad de Dios es una tarea continua de cada creyente, pues ya ha dejado atrás el conocimiento en el cual Dios moraba en templos hechos por manos de hombre, ahora el creyente sabe que es templo de Dios y por lo tanto tiene comunión continua y directa con él por medio de su Espíritu con el cual fue sellado para el día de la redención de su cuerpo. ¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 1ª Corintios 3:16.
Un creyente que aún vive en el antiguo pacto, no puede individualmente comprobar la voluntad de Dios, pues el vive creyendo que Dios mora en el lugar de reunión, que se mueve en la hora del culto, y que habla solo por medio de los profetas ungidos.
El creyente que vive con el vino viejo es como la persona que en pleno siglo XXI, se moviliza de una ciudad a otra a lomo de caballo, se alumbra con velas, se comunica con señales de humo; lo que a esa persona le falta es adquirir conocimiento de los nuevos adelantos y disfrutar de ellos, así entonces viajará en avión, usará la luz eléctrica y hablará instantáneamente por medio del teléfono.
Quien vive con el vino viejo, es una persona al cual su mentalidad primitiva no le permite disfrutar de la bendición del vino nuevo.
PARA COMPROBAR LA VOLUNTAD DE DIOS
HAY QUE DISCERNIR LO BUENO DE LO MALO.
El creyente del Nuevo Pacto es consciente que el Espíritu de Dios mora en su vida y por medio de él conocimiento espiritual aprende cada día a distinguir entre lo productivo y lo improductivo.
Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso, tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal. Hebreos 5:14.
Esta es una verdad que los bebés en Cristo no pueden entender, pues ellos no conciben una vida espiritual que no sea dependiente de su líder o pastor; el líder se ha convertido en un segundo papá o lo que es más, en un amo que le dice con quien debe casarse, si puede comprar un auto y el lugar donde debe vivir.
Más no es así en el Nuevo pacto, porque ahora el creyente personalmente a cada momento puede comprobar lo que agrada a Dios, pues el Espíritu de Dios le guía en cualquier momento y lugar.
En tiempo antiguos una persona que vivía en el campo si quería comunicarse con sus seres queridos quienes estaban en la ciudad, debía ir hasta el pueblo donde estaba el único teléfono de la región, hoy gracias a la comunicación satelital, en cualquier lugar podemos comunicarnos instantáneamente con una persona en cualquier lugar del mundo.
Pues bien, este es el privilegio del Nuevo Pacto, ya no tenemos que ir donde el sacerdote o pastor para que el se comunique a su vez con Dios y nos transmita cual es el deseo de Dios; ahora el creyente como sacerdote real tiene comunicación instantánea con Dios.
Por esto a cada momento podemos seguir lo que es útil, conveniente y edificante para nuestra vida.
LA  PAZ  DE  DIOS  ES  LA  GUÍA.
La pregunta es ¿De que manera se que estoy haciendo lo correcto? Cuando su entendimiento está renovado, Ud. Ya no se guía por las tradiciones de hombres quienes determinan bajo conveniencia lo bueno y lo malo, ahora Ud. Tiene un nuevo parámetro de vida: La ley del amor.
Como resultado de creer en la obra de Jesucristo, Dios nos declara justos y perfectos y el resultado es la paz de Dios en nuestra vida; esta paz a diferencia de la paz que viene como resultado de las obras de la religión, es verdadera, real y ella nos guía para poder comprobar momento a momento la voluntad de Dios.
Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un cuerpo y sed agradecidos. Colosenses 3:15.
La paz de Dios que recibimos por la fe es un árbitro que nos avisa cuando estamos en terreno peligroso, la paz de Dios es un juez que nos ratifica cuando estamos haciendo lo agradable delante de Dios.
El creyente que aprende a vivir en esta realidad necesariamente avanza en madurez, pues ya no depende de los conceptos humanos, simplemente se limita a tener una relación personal espiritual diaria con Dios.
Una diferencia radical entre un creyente de la gracia y uno de la ley es que el lleno de gracia, practica lo bueno porque ama a Dios, mientras el legalista hace lo bueno por temor.
Mi perfecto lector, limpie su mente de la contaminación de los rudimentos de los hombres, renueve su entendimiento con el conocimiento espiritual cada día y así podrá comprobar personalmente a cada momento la voluntad de Dios para su vida.
Continúe Bendecido y Creciendo en La Gracia y el Conocimiento del Señor
Por

Mario Pombo

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