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domingo, 15 de septiembre de 2013

Dios Quiere Prosperarte- LAS FINANZAS Y LA IGLESIA (III) - LECCIÓN 11




Hemos visto cómo en el Antiguo Testamento la obra de Dios fue hecha con abundancia. Las riquezas del mundo fluyeron hasta las manos del pueblo de Dios para que éste edificara el Tabernáculo y el Templo, los lugares donde se manifestaba la gloria del Señor.

En el Nuevo Testamento esa gloria habitó corporal mente en Jesús. Ya no había tabernáculo y el templo era el centro de una religión vacía y muerta.

Fue en Jesús donde se manifestó la gloria del Padre. Y nos han enseñado que Jesús siempre fue pobre.


Esa es otra de las falsas ideas que Satanás ha sembrado en la mente del pueblo de Dios. A pesar de lo que Usted haya creído siempre, es imprescindible que aprenda esta verdad, ella renovará su forma de pensar: Jesús vivió y ministró en el nivel de la abundancia.

Este no es el lugar para un estudio bíblico acerca de ese tema. Solamente he estado tratando de mostrarle principios básicos, elementales; pero verdaderos y poderosos porque están basados en la Palabra infalible de Dios. Sin embargo, note algunos hechos narrados en los Evangelios:

1.      Apenas nacido Jesús llegan desde el Oriente unos magos para saludar al nuevo Rey. Es casi seguro que provenían de Babilonia, a dos mil kilómetros de distancia.

Según Mateo 2:11 estos magos encuentran la casa don­de está el niño Jesús con su madre María, se postran para adorarlo (a Jesús, pero no a María) Y ABRIENDO SUS TESOROS, LE OFRECIERON PRESENTES: ORO, INCIENSO Y MIRRA.

No crea que traían una cadenita de oro, una cucharada de incienso y dos granos de mirra. Venían a conocer a un Rey y a adorar al verdadero Dios. El Espíritu Santo dice que le traían TESOROS.

No iban a hacer un viaje desde tierras lejanas para traer migajas. No venían con un regalito de nochebuena para un niño indigente y miserable. Traían tesoros de oro y especias que eran carísimas en esa época para adornar el nuevo templo donde Dios revelaría Su gloria, todo esto había sido profetizado casi mil años antes. el SALMO 72:10-11 dice que: LOS REYES DE TARSIS Y DE LAS COSTAS TRAERÁN PRESENTES; LOS REYES DE SABÁ Y DE SEBA OFRECERÁN DONES. TODOS LOS REYES SE POSTRARÁN DELANTE DE ÉL.

Esto tuvo su cumplimiento en la infancia de Jesús, más adelante el versículo 15 asegura que el niño que fue honrado de esa manera VIVIRÁ, Y SE LE DARÁ EL ORO DE SABÁ, Y SE ORARÁ POR ÉL CONTINUAMENTE; TODO EL DÍA SE LE BENDECIRÁ.

Esto tiene su cumplimiento hoy en día. Jesús resucitó de los muertos y vivirá para siempre. Continuamente se ora en Su nombre en todas las naciones. Todo el día se bendice en todos los idiomas y dialectos del planeta. Así que aún debemos de traer el oro para honrarle.

2.      Durante los años de ministerio público Jesús alimentó multitudes, mantuvo a un equipo de doce predicadores a tiempo completo, luego llamó a otro grupo de setenta. En total 82 personas con sus familias dependían de Jesús.

Un grupo de mujeres importantes le seguía por doquier y le servían con sus bienes (Lucas 8:3).

El aceptó que vertieran un perfume costosísimo sobre su cuerpo, hubo tantos ingresos que Jesús necesitó un tesorero, tenía suficiente para dar ofrendas a los pobres y podía sacar dinero aún de la boca de un pez.

Este no es el cuadro de un Cristo pobre y necesitado. Es el hijo de Dios que está haciendo la obra que Su Padre lo envió a hacer y que dispone de los ilimitados recursos del cielo y de la tierra para llevarla a cabo.

Las riquezas de los magos de oriente vinieron a Sus manos.   Bienes que antes estaban en manos de endemoniados, llegaron a ser de Jesús para que éste pudiera seguir predicando y echando fuera más demonios (Lucas 8:2)

Aún de la casa de Herodes y de sus tesoros Huía dinero para el ministerio de Jesús (Lucas 8:3)

Oro para que Usted pueda ver estas verdades claramente.

Satanás tiene casi 2000 años de engañarnos con su historia del Cristo necesitado y miserable. Ha llegado el tiempo en que el Espíritu de Dios está abriendo los ojos de Su pueblo para que renovemos nuestra mente con la Palabras eterna.

3.      Al relatar la crucifixión el Evangelio de Juan insiste en que los ambiciosos soldados romanos se reparten la ropa de Jesús.

Si se la repartieron es porque esa ropa era valiosa. Jesús no se vestía con harapos.

Su túnica era de tan buena calidad que no se atrevieron a romperla, sino que se la jugaron a la suerte (Juan 19:23-24).

A modo de comparación leamos lo que escribe Pablo en 2 Timoteo 4:13 CUANDO VENGAS TRAE EL CAPOTE QUE DEJÉ EN TROAS, EN CASA DE CARPO, Y LOS LIBROS, MAYORMENTE LOS PERGAMINOS.

En esa época los libros eran un lujo, y los pergaminos sumamente caros. Pablo poseía ambos tipos de obras. Además, qué clase de capa cree Usted que el apóstol preso en Roma le pedía a Timoteo que recogiera en la ciudad de Troas? Si la capa hubiera sido un trapo viejo y de mala calidad, cree Usted que Pablo se habría preocupado por ella hasta el punto de hacer un paréntesis en las revelaciones que estaba recibiendo y molestar a Timoteo con esta petición?

Jesús hizo la obra de Dios con abundancia. Pablo tuvo épocas difíciles en sus finanzas, tuvo días de escasez. Pero también escribió "sé tener abundancia" (Filipenses 4:12).

Ya Usted ha tenido suficientes días de escasez. Es hora para que aprenda a tener abundancia para su persona, su fa­milia, su ministerio.

Es hora de empezar a poner en práctica las leyes bíblicas de la prosperidad.

A partir de hoy Usted debe de empezar a sembrar con abundancia, a sembrar cualquiera que sea la circunstancia que esté pasando, y a esperar una cosecha abundante de parte de Dios.

Si Usted es un pastor o evangelista. Si Usted está dedicado a la obra de Dios y ha recibido visión de parte de Él para soñar cosas grandes para su ministerio, debe saber que Dios YA ha preparado todos los recursos que Usted necesita para esa tarea.

Él no va a darle una visión de gigante y finanzas de enano.

Empiece a poner en práctica estos principios. Satúrese de ellos. Hay una unción de Dios sobre Su palabra. Esta unción le enseñará la verdad, le dará gracia para obedecer, valor para sembrar y habilidad para cosechar en abundancia.




Siga Bendecido y recuerde que Dios realmente quiere prosperarlo

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