Si Usted ha llegado
hasta este punto varias cosas importantes deben estar sucediendo en su vida.
Ya debe de estar
seguro de que Dios quiere prosperarlo. Ya debe saber que la principal razón
para esa prosperidad es que Dios desea que Usted funcione como banquero de Él.
Ya sabe que la miseria no es algo para lo que hayamos sido predestinados, y que
la abundancia no tiene nada que ver con que seamos personas con mucha suerte,
como algunos enseñan.
No es cuestión de
suerte o predestinación, sino de conocer y obedecer las leyes divinas que rigen
la prosperidad.