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jueves, 4 de julio de 2013

Dios Quiere Prosperarte - LAS FINANZAS Y LA IGLESIA (I) - Lección 9



Si Usted es pastor, o miembro de una iglesia cristiana, es muy posible que esté acostumbrado a que cada semana haya casi que rogarle a los feligreses para que traigan sus diezmos y ofrendas al lugar de reunión.

Luego esas ofrendas mínimas apenas alcanzan para pagar los salarios, la hipoteca del terreno, agua, teléfono, electricidad, recolección de basura y otros gastos fijos.

Entonces hay que convocar a una reunión de oración u organizar una venta de cachivaches o tamales para recoger algunos insignificantes centavos y cubrir los gastos del mes.

Le parece conocida la historia ? Cree Usted que esa sea la perfecta voluntad de Jesucristo para su Novia ? Será que el Señor nos dio la orden de IR a todas las naciones, de predicar el Evangelio a TODA criatura y luego se le acabaron a Él los fondos para tan desmesurado proyecto ?

Desde luego que no !


Si Usted ha llegado estudiando hasta este punto ya debe de estar persuadido de que la voluntad de Dios para su Iglesia que ésta viva en el nivel de la abundancia.

Dios no es un pordiosero. El es el dueño del oro y de la plata. De Él es la tierra y su plenitud (Hageo 2:8 y Salmo 24:1)

Leamos juntos lo que ocurrió cuando el Señor ordenó la construcción del tabernáculo en Éxodo 35:21-29: la gente trajo ofrendas, toda clase de joyas de oro, plata, bronce, telas preciosas, maderas finas, especias, aceite, incienso, tejidos finísimos. Esto ocurría día tras día. Finalmente los capataces se quejaron ante Moisés porque EL PUEBLO TRAE MUCHO MAS DE LO QUE SE NECESITA PARA LA OBRA QUE JEHOVÁ HA MANDADO QUE SE HAGA (Éxodo 36:5)

Hermano pastor, no le gustaría a Usted que sus diáconos, el tesorero y los líderes de su congregación vinieran ante Usted murmurando y quejándose porque la gente está dando mucho más de lo que se necesita para realizar la visión que Dios le ha dado a Usted?
Finalmente el mismo Moisés tuvo que dar un anuncio y publicarlo por todo el campamento : NINGÚN HOMBRE Y MUJER HAGA MÁS PARA LA OFRENDA DEL SANTUARIO. ASÍ SE LE IMPIDIÓ AL PUEBLO OFRECER MÁS. (Éxodo 36:5) Aleluya ! Dios no hace acepción de personas. Él es el mismo ayer (en la época de Moisés), hoy (en medio de su congregación) y por todos los siglos (Hebreos 13:8)

Moisés tuvo que prohibirle al pueblo que siguiera ofrendando. Qué cuadro tan diferente del que vemos diariamente en nuestros pulpitos!

La razón por la que Moisés tuvo que impedir que se trajeran más ofrendas fue que TENÍAN MATERIAL,! ABUNDANTE PARA HACER TODA OBRA, Y SOBRABA (Éxodo 36:7)

Note que ellos estaban donde Dios quería: en el nivel de la abundancia.

No podemos pasar adelante de este punto sin que Usted lea completamente el capítulo 29 del primer libro de Crónicas.

1Cr 29:1  Después dijo el rey David a toda la asamblea: Solamente a Salomón mi hijo ha elegido Dios; él es joven y tierno de edad, y la obra grande; porque la casa no es para hombre, sino para Jehová Dios.

1Cr 29:2  Yo con todas mis fuerzas he preparado para la casa de mi Dios, oro para las cosas de oro, plata para las cosas de plata, bronce para las de bronce, hierro para las de hierro, y madera para las de madera; y piedras de ónice, piedras preciosas, piedras negras, piedras de diversos colores, y toda clase de piedras preciosas, y piedras de mármol en abundancia.

1Cr 29:3  Además de esto, por cuanto tengo mi afecto en la casa de mi Dios, yo guardo en mi tesoro particular oro y plata que, además de todas las cosas que he preparado para la casa del santuario, he dado para la casa de mi Dios:

1Cr 29:4  tres mil talentos de oro, de oro de Ofir, y siete mil talentos de plata refinada para cubrir las paredes de las casas;

1Cr 29:5  oro, pues, para las cosas de oro, y plata para las cosas de plata, y para toda la obra de las manos de los artífices. ¿Y quién quiere hacer hoy ofrenda voluntaria a Jehová? 

1Cr 29:6  Entonces los jefes de familia, y los príncipes de las tribus de Israel, jefes de millares y de centenas, con los administradores de la hacienda del rey, ofrecieron voluntariamente.

1Cr 29:7  Y dieron para el servicio de la casa de Dios cinco mil talentos y diez mil dracmas de oro, diez mil talentos de plata, dieciocho mil talentos de bronce, y cinco mil talentos de hierro.

1Cr 29:8  Y todo el que tenía piedras preciosas las dio para el tesoro de la casa de Jehová, en mano de Jehiel gersonita.

1Cr 29:9  Y se alegró el pueblo por haber contribuido voluntariamente; porque de todo corazón ofrecieron a Jehová voluntariamente. 

1Cr 29:10  Asimismo se alegró mucho el rey David, y bendijo a Jehová delante de toda la congregación; y dijo David: Bendito seas tú, oh Jehová, Dios de Israel nuestro padre, desde el siglo y hasta el siglo.

1Cr 29:11  Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos.

1Cr 29:12  Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos.

1Cr 29:13  Ahora pues, Dios nuestro, nosotros alabamos y loamos tu glorioso nombre. 

1Cr 29:14  Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos.

1Cr 29:15  Porque nosotros, extranjeros y advenedizos somos delante de ti, como todos nuestros padres; y nuestros días sobre la tierra, cual sombra que no dura.

1Cr 29:16  Oh Jehová Dios nuestro, toda esta abundancia que hemos preparado para edificar casa a tu santo nombre, de tu mano es, y todo es tuyo.

1Cr 29:17  Yo sé, Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada; por eso yo con rectitud de mi corazón voluntariamente te he ofrecido todo esto, y ahora he visto con alegría que tu pueblo, reunido aquí ahora, ha dado para ti espontáneamente.

1Cr 29:18  Jehová, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel nuestros padres, conserva perpetuamente esta voluntad del corazón de tu pueblo, y encamina su corazón a ti.

1Cr 29:19  Asimismo da a mi hijo Salomón corazón perfecto, para que guarde tus mandamientos, tus testimonios y tus estatutos, y para que haga todas las cosas, y te edifique la casa para la cual yo he hecho preparativos. 

1Cr 29:20  Después dijo David a toda la congregación: Bendecid ahora a Jehová vuestro Dios. Entonces toda la congregación bendijo a Jehová Dios de sus padres, e inclinándose adoraron delante de Jehová y del rey.

1Cr 29:21  Y sacrificaron víctimas a Jehová, y ofrecieron a Jehová holocaustos al día siguiente; mil becerros, mil carneros, mil corderos con sus libaciones, y muchos sacrificios de parte de todo Israel.

1Cr 29:22  Y comieron y bebieron delante de Jehová aquel día con gran gozo; y dieron por segunda vez la investidura del reino a Salomón hijo de David, y ante Jehová le ungieron por príncipe, y a Sadoc por sacerdote. 

1Cr 29:23  Y se sentó Salomón por rey en el trono de Jehová en lugar de David su padre, y fue prosperado; y le obedeció todo Israel.

1Cr 29:24  Y todos los príncipes y poderosos, y todos los hijos del rey David, prestaron homenaje al rey Salomón.

1Cr 29:25  Y Jehová engrandeció en extremo a Salomón a ojos de todo Israel, y le dio tal gloria en su reino, cual ningún rey la tuvo antes de él en Israel.

1Cr 29:26  Así reinó David hijo de Isaí sobre todo Israel.

1Cr 29:27  El tiempo que reinó sobre Israel fue cuarenta años. Siete años reinó en Hebrón, y treinta y tres reinó en Jerusalén.

1Cr 29:28  Y murió en buena vejez, lleno de días, de riquezas y de gloria; y reinó en su lugar Salomón su hijo.

1Cr 29:29  Y los hechos del rey David, primeros y postreros, están escritos en el libro de las crónicas de Samuel vidente, en las crónicas del profeta Natán, y en las crónicas de Gad vidente,

1Cr 29:30  con todo lo relativo a su reinado, y su poder, y los tiempos que pasaron sobre él, y sobre Israel y sobre todos los reinos de aquellas tierras.

 
Por favor, NO pase adelante sin leerlo completo. Tome un lápiz y anote al margen los principios de prosperidad que encuentre en ese capítulo.

Esto ocurre varios siglos después de la construcción del tabernáculo. Ahora Dios ha ordenado que le edifiquen un templo, y el Espíritu Santo nos describe lo que sucedió al recoger la ofrenda:

1.      David ha dado "con todas sus fuerzas" dinero del reino de Israel (v. 2)
2.      David da de su tesoro particular 142.560 libras de oro y 332.640 libras de plata refinada.
3.      Los jefes de familia y administradores trajeron 237.600 libras de oro, más otras 88 libras de oro (los diez mil dracmas), más 475.200 libras de plata, más 388.000 libras de bronce, más 108.000 libras de hierro (v. 7)
4.      TODO el que tenía joyas y gemas preciosas las puso en manos del tesorero Jehiel (v. 8)
5.      El rey y el pueblo se alegraron muchísimo por haber podido traer tal ofrenda voluntariamente (v. 10-11) DIOS AMA AL DADOR ALEGRE (2 Corintios 9:7)
6.      Las riquezas provienen directamente de Dios (v. 12)
7.      Dios es el dueño de todas las cosas.  Cuando damos para Su obra no hacemos otra cosa que devolverle lo que por naturaleza le pertenece (v. 14)
8.      Nuestra vida es sumamente breve (v. 15). Por eso Jesús ordenó que pusiéramos nuestro tesoro en un lugar eterno, permanente.
9.      La generosidad está ligada a la rectitud del corazón (v, 17-18).

Cualquiera diría que después de dar semejante ofrenda David quedó arruinado y pobre.

La mente carnal nos dice que fue una locura ofrecer tal cantidad de riquezas. Que David habría sido más prudente si da una ofrenda "razonable" y se reserva una buena cantidad para él y su descendencia.

David dio una fortuna porque su "afecto", su amor, estaba en la casa de Dios. Él sembró en abundancia.

Qué pasó con él en su vejez ? No tenía plan de pensiones. Habrá tenido que mantenerlo la Seguridad Social ? Lo internarían en un asilo para indigentes ?

Pues no. A pesar de los pensamientos de incredulidad y temor que Satanás quiera poner en las áreas no renovadas de nuestra mente, David tampoco pudo escapar de las leyes eternas de la prosperidad.

Él sembró en abundancia en los años de su madurez. Qué ocurrió con su vida en la ancianidad ? Esa es una buena pregunta. Oigamos lo que el Espíritu Santo tiene que decir al respecto: Y MURIÓ EN BUENA VEJEZ, LLENO DE DÍAS, DE RIQUEZAS Y DE GLORIA (I Crónicas 29:28)

Pastores y líderes de la obra. Cómo nos gustaría que fuera nuestra vejez? La mayoría de las congregaciones NO tienen un plan de pensiones para los ministros del Evangelio. Una vez que los han utilizado durante toda su vida activa, les dan un certificado o les regalan un reloj barato y los mandan para sus casas a que terminen de "vivir por fe" (o morirse en medio de hambres y penurias).

Si no hemos sembrado abundantemente en los años de ministerio, qué cosecha podemos esperar levantar de parte del Señor? Empieza hoy. Echa tu pan sobre las aguas, y Dios promete que después de muchos días volverás a hallarlo.

El tabernáculo se construyó en medio de la abundancia, el Templo de Jerusalén se edificó en medio de la abundancia.

Los hombres de Dios no tuvieron que mendigar desde el pulpito, no hubo que hacer tómbolas ni ventas de refrescos, no hubo que presionar a nadie con técnicas sicológicas ni de mercadeo.

Ahora Usted puede estar preguntándose: qué tiene eso que ver conmigo? De qué manera se relacionan esas historias con mi congregación? La respuesta se encuentra en I Corintios 10. Lo que aconteció a los israelitas les sucedió "como ejemplo para nosotros" (v. 6) y esas cosas "están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos" (v. 11)

En I Corintios 10 hay buenos ejemplos y malos ejemplos.
Usted debe examinarlos todos, desechar los malos y quedarse con los buenos.

Dios no ha cambiado. Su plan sigue siendo que su obra sea hecha con abundancia.

En la segunda parte de esta lección veremos de dónde salieron las riquezas que el pueblo de Israel ofrendó para la edificación del tabernáculo y del templo y cómo eso se relaciona con los principios que hemos estado aprendiendo.

Continuaremos renovando nuestra mente "renglón tras renglón, un poquito allí, otro poquito allá".

Continue con la Lección 10 : >> LAS FINANZAS Y LA IGLESIA II <<



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