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domingo, 28 de abril de 2013

Dios Quiere Prosperarte - El Valor de la Semilla - Lección 7



Es usted lector por primera vez de este estudio entonces lo invito a que empiece a leerlo desde la introducción haciendo clic aquí – Ir a la Introducción.  De lo contrario continúe la lectura.


Si el cajero de un banco tiene en sus manos un puñado de billetes de diez dólares, para él no existe ninguna diferencia. Todos poseen el mismo valor.

Si en la ofrenda dominical de una iglesia hay un puñado de billetes de diez dólares, CADA UNO posee un valor diferente a los ojos de Dios. No representa el mismo valor espiritual el billete de diez dólares ofrendado por una per­sona que posee un millón en su cuenta bancaria, que el billete ofrendado sacrificialmente por alguien que sólo posee veinte dolares para todas sus necesidades.


En el Evangelio de Marcos, capítulo 12 y versículos desde el 41 hasta el 44 encontramos ilustrado este principio. Jesús, sentado frente al arca de las ofrendas en el Templo de Jerusalén, observó la forma CÓMO el pueblo daba. Note que no dice que Jesús examinaba CUANTO daban, sino COMO ofrendaban.

El texto dice que "muchos ricos echaban mucho". No reciben ninguna alabanza de parte del Señor. Una "viuda pobre"  dio dos blancas (la moneda más pequeña que circulaba en aquella época) y Jesús, conmovido, llama a sus discípulos y Ies explica que esta mujer ha dado más que TODOS los que han ofrendado en esa arca. Jesús dice que esta mujer ha dado  "todo lo que tenía, todo su sustento".

La viuda sembró en medio de su pobreza y necesidad. Yo no creo que Dios permitió que ella se muriera de hambre al día siguiente.

En el Antiguo Testamento también encontramos el mismo principio: el profeta Elias viaja a Sarepta y encuentra a una mujer viuda que está preparando el último puñado de harina que le queda. Lo mezcla con las últimas gotas de aceite y se dispone a hacer una torta para compartirla con su hijo y acostarse a esperar la muerte, pues era época de sequía y hambruna y no les quedaba absolutamente nada para alimentarse.

Por favor, lea la historia completa antes de seguir adelante. Está en 1 Reyes 17:8-16.:

“8  Vino luego a él palabra de Jehová, diciendo: 9  Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí; he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda  que te sustente. 10  Entonces él se levantó y se fue a Sarepta. Y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda que estaba allí recogiendo leña; y él la llamó, y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para que beba. 11  Y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano. 12  Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir. 13  Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo. 14  Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra. 15  Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días. 16  Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por Elías.”


El siervo de Dios le pide alimento a esta viuda y ella invierte la última semilla que posee en alimentar al hombre que es la voz de Dios en esa época.

La viuda no muere de hambre, tampoco su hijo; sino que LA HARINA DE LA TINAJA NO ESCASEÓ, NI EL ACEITE DE LA VASIJA MENGUÓ.

Vida, abundancia y prosperidad es el resultado que tendremos cada vez que actuamos "conforme a la palabra que el Señor ha hablado"(v. 16) y no conforme a los impulsos del temor, la avaricia y la mentalidad del mundo.

Usted puede ver claramente en estas dos historias que cuando estamos en escasez Satanás va a moverse para poner temor en nuestro corazón y tratar de que nos comamos las semillas de la bendición que Dios ha puesto en nuestras manos.

Pero el Señor siempre proveerá una oportunidad para que actuemos en fe y obediencia, para que sembremos en Su reino y El pueda darnos una abundante cosecha.

No toda la semilla posee el mismo valor. No es igual dar "de lo que nos sobra" que dar de aquello que necesitamos.

El rey David, el hombre que según las Escrituras "'era conforme al corazón de Dios" dijo una vez: PORQUE NO OFRECERÉ A JEHOVÁ HOLOCAUSTOS QUE NO ME CUESTEN NADA (lea 2 Samuel 24:19-25)

Es la medida de nuestro sacrificio lo que va a dar valor a la semilla.

Hay semilla que es preciosa porque los hijos de Dios la han plantado con grandes sacrificios, en medio de su escasez, como en el caso de las dos viudas que hemos analizado.

Es el caso mencionado por Pablo en 2 Corintios 8:1-4 con respecto a las iglesias de la provincia europea de Macedonia. Estas iglesias estaban siendo perseguidas y atribuladas, vivían en "profunda pobreza".(v.2)

Lo lógico, lo que nuestra mente carnal y no renovada pensaría en una situación de tribulación y pobreza profunda, seria ahorrar hasta el último centavo.

Pero recuerde que estamos hablando de mentes renovadas. De cambiar los pensamientos llenos de lógica y sabiduría mundanas, por los pensamientos del Señor, que son más altos que los nuestros.

Pablo escribe que estas iglesias acongojadas hicieron lo siguiente:
a.       abundaron en riquezas y generosidad (v. 2)
b.     Dieron con agrado, (v. 3). Se gozaron en hacerlo. No lo consideraron una carga.
c.       Dieron aún más allá de sus fuerzas (v. 3) Más de lo que parecía humanamente posible.
d         No hubo que rogarles para que dieran, sino todo lo contrario. Ellos le pidieron a Pablo "con muchos ruegos" que los dejaran ofrendar, (v. 4)
e          Consideraron un privilegio la oportunidad de dar para los santos (v. 4)
f           Se dieron a sí mismos. Se ofrendaron enteros para la obra de Dios (v.5)

Qué impresionante ejemplo de plantar una valiosísima semilla! El valor de la semilla es variable. Depende de nuestro sacrificio. El Salmo 126:5-6 asegura que LOS QUE SEMBRARON CON LÁGRIMAS, CON REGOCIJO SEGARÁN. IRÁ ANDANDO Y LLORANDO EL QUE LLEVA LA PRECIOSA SEMILLA; MAS VOLVERÁ A VENIR CON REGOCIJO, TRAYENDO SUS GAVILLAS.


Continue con  la lección 8 aquí:  Los tres niveles de las finanzas

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