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lunes, 18 de marzo de 2013

Dios Quiere Prosperarte - Debemos dar con la esperanza de recibir - Lección 4



Una vez mas si llega al presente estudio bíblico por primera vez, recomiendo leerlo desde la introducción ….Clic aquí para ir a la IntroducciónLección 1Lección 2Lección 3

Una más de las muchas falsas ideas que nos han inculcado es que debemos ser completamente desinteresados. Que debemos dar sin esperar recibir nada a cambio.

Suena muy místico, parece correcto y espiritual, pero es totalmente falso. Note en cambio qué fue lo que Jesús enseñó en Lucas 6:38: DAD Y SE OS DARÁ; MEDIDA BUENA, APRETADA, REMECIDA Y REBOSANDO DARÁN EN VUESTRO REGAZO.

Estas son las palabras del Maestro. Olvide lo que otros le han enseñado y créale a Él.

Esto es una ley espiritual que funciona tan eficazmente como las leyes físicas que rigen el Universo.

La ley de la gravedad dice que si Usted sube a la azotea de un edificio de diez pisos e intenta caminar por el aire se romperá la cabeza (Usted puede aceptarlo por fe o puede intentar comprobarlo experimentalmente).

Igualmente Jesús enseñó que si Usted da no podrá evitar que le den a Usted. Y le darán mucho más de lo que Usted invirtió originalmente. Note las palabras que el Señor utiliza para describir la cosecha que le será devuelta al dador; buena, apretada, remecida y rebosando.

Dios mismo da con esperanza de recibir. Juan 3:16 enseña que el Padre dio a su único hijo con la esperanza de recibir a cambio millones de hijos e hijas. Con la esperanza de recibir a su esposa LA IGLESIA y de recibirla sin mancha ni arruga. (Apocalipsis 19:7, 21:2, Efesios 5:25-26)

Es totalmente bíblico dar con la esperanza de recibir.  Estudiemos por un momento la escena de Mateo 19:27-29. El apóstol Pedro le pregunta a Jesús: HE AQUÍ NOSOTROS LO HEMOS DEJADO TODO, Y TE HEMOS SEGUIDO: QUÉ PUES TENDREMOS?

Los discípulos habían dejado casa, barcas, redes y negocios por causa de Jesús. Habían invertido todo para predicar el Evangelio del Reino y ahora Pedro cuestiona abiertamente a Jesús acerca de la recompensa que deben esperar. El Señor no lo reprende por su esperanza de recibir algo a cambio, sino que le hace una maravillosa promesa: Cualquiera que haya dejado casas, parientes o tierras por mi nombre, RECIBIRÁ CIEN VECES MAS, Y HEREDARÁ LA VIDA ETERNA.

Cuando damos, debemos esperar recibir multiplicado lo que sembramos. Decir que nosotros damos para Dios y que no esperamos nada a cambio no es una muestra de espiritualidad, sino de ignorancia con respecto a los principios bíblicos.

Jesús ocupó todo su ministerio en dar. Dio sanidad, liberación, perdón, alimentos, dio su vida en rescate de muchos.

Pero Él también estaba dispuesto a recibir: recibió los panes y peces del joven, recibió dinero que Judas administraba, recibió los bienes de las mujeres que le seguían, alojamiento, comida, perfume, un pollino y muchas otras cosas.

Damos para recibir, y no podemos escapar de esa poderosa verdad espiritual.

Uno de los textos más interesantes del Nuevo Testa­mento es Hechos 20:35. Allí el apóstol Pablo afirma que debemos "recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: “MAS BIENAVENTURADO ES DAR QUE RECIBIR".

Esas palabras de Jesús NO aparecen registradas en ninguna parte de los Evangelios. Sin embargo, el Espíritu de Dios las considera tan importantes que se las recuerda o las revela a Pablo para que llegaran hasta tu vida.

Jesús afirmo que aquellos que dan son felices y dichosos. Y lo son porque el mismo Dios se encarga de utilizar muchas formas diferentes para que lo que dieron vuelva multiplicado hasta sus manos.

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