Si Usted es pastor,
o miembro de una iglesia cristiana, es muy posible que esté acostumbrado a que cada semana haya casi que rogarle a los feligreses para que
traigan sus diezmos y ofrendas al lugar
de reunión.
Luego esas
ofrendas mínimas apenas alcanzan para pagar los salarios, la hipoteca del terreno, agua,
teléfono, electricidad, recolección de basura y otros gastos
fijos.
Entonces hay que
convocar a una reunión de oración u organizar una venta de cachivaches o tamales para
recoger algunos insignificantes centavos y cubrir los gastos del mes.
Le parece conocida
la historia ? Cree Usted que esa sea la perfecta voluntad de
Jesucristo para su Novia ? Será que el
Señor nos dio la orden de IR a todas las naciones, de predicar el Evangelio a TODA criatura y luego se le acabaron a Él los fondos para tan desmesurado
proyecto ?
Desde luego que no
!