Leamos en Hebreos 8: 10-12.
Por lo cual este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días dice el Señor: Pondré mis leyes en las mentes de ellos y sobre su corazón las escribiré, y seré a ellos por Dios y ellos me serán a mi por pueblo y ninguno enseñará a su prójimo diciendo: Conoce al Señor porque todos me conocerán desde el menor hasta el mayor de ellos. Porque seré propicio a sus injusticias y nunca mas me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.
Encontramos en estos versículos las características del nuevo pacto, es importante que todos conozcamos estas cláusulas pues allí radican las garantías en nuestra actual relación con Dios.
Un pacto humano es el convenio que realizan dos partes y en él se estipulan los deberes y derechos de los contrayentes, en el caso de un pacto divino, el pacto no es elaborado entre Dios y el hombre sino es creado por Dios y ofrecido al hombre para su aceptación.
En el pasaje que hemos leído se habla de la casa de Israel, por lo tanto establezcamos a quien se refiere este versículo 10, porque algunos afirman que esto no se refiere a la Iglesia sino al Israel terrenal, físico.
Es claro que el pacto mosaico lo realizó Dios con el pueblo de Israel y si el segundo también es exclusivo de ellos, entonces ¿Sobre que base funciona la Iglesia?
El problema radica en que no se ha entendido el mensaje de Pablo a la Iglesia de Efeso 2:11. Por tanto acordaos de que en otro tiempo vosotros los gentiles en cuanto a la carne erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hecho cercanos por la sangre de Cristo.
Porque el es nuestra paz, que de ambos pueblo hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en si mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades.
Aquí encontramos al mundo gentil en el antes y el después de la obra de Jesucristo en la cruz.
Antes de la venida de Jesucristo éramos incircuncisos, no solo física sino espiritualmente, estabamos sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel, ajenos a los pactos de la promesa hecha a Abraham, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
Es claro que antes de la venida de Jesús éramos una clase aparte, era el tiempo de Dios con Israel, con ellos se había establecido un pacto por medio de Moisés y nosotros los gentiles nada teníamos que ver con él; pero a partir del versículo 13 se nos declara cual es nuestra posición actual.
Pero ahora en Cristo Jesús los que estabamos lejos, fuimos acercados por medio de la obra redentora de Jesucristo en la cruz, ahora Jesucristo es nuestra paz, porque de ambos pueblos hizo uno, entiéndase bien, de ambos pueblos hizo uno, porque la pared de separación fue derribada, Jesucristo abolió por medio de su obra las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, es decir declaró finalizado el tiempo de la ley mosaica, con el fin de crear de los dos pueblos: Judío y gentil uno solo un solo y nuevo hombre y por medio de la cruz reconciliar con Dios a los judíos y a los gentiles. En la cruz Jesucristo eliminó las enemistades. ¿Lo cree?
¿Por qué se siguen estableciendo diferencias donde ya Dios las eliminó?, ¿Para que seguir con el pensamiento antiguo testamentario de la exclusividad cuando ya Dios decidió mediante el Nuevo Pacto establecer un único pueblo, que se denomina el cuerpo de Cristo?
Seguir pensando en dos pueblos es no creer que ya Jesucristo murió en la cruz y si Ud. No cree que él ya murió y resucitó entonces aún está muerto en sus pecados.
En Hebreos leemos: Este es el pacto que haré con la casa de Israel, ¿Por qué se expresa el escritor de esta manera? Simplemente porque él está citando las palabras dichas por el profeta Jeremías, declaradas en el tiempo de la ley mosaica del capítulo 33; pero si analizamos estas palabras a la luz de la revelación neotestamentaria nos damos cuenta que en la mente de Dios luego de la venida del Señor Jesús está un solo pueblo, que está compuesto por toda persona que cree en Jesucristo como su Salvador, sea judío o gentil.
Como lo declara Pablo en Romanos 3:31. Porque Dios es uno, y el justificará por la fe a los de la circuncisión, es decir a los judíos, y por medio de la fe a los de la incircuncisión es decir a los gentiles. Por medio de la fe en quien, en la ley mosaica? Claro que no. Dios declara justa a toda persona que cree en la obra de Jesucristo en la cruz.
Entonces cual es el verdadero judío? Cual es el verdadero pueblo de Dios en este momento? La respuesta la encontramos en Romanos 2:28-29. Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es interiormente, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra, la alabanza del cual no viene de los hombres sino de Dios.
El verdadero judío ante los ojos de Dios en este momento no es la persona que nació en Israel, es decir el judío físico que nace en un sitio geográfico determinado, ni pertenece al pacto con Abraham la persona que ha sido circuncidada físicamente, porque el apóstol aclara: el verdadero judío, el verdadero hijo de Dios es aquel que ha nacido de nuevo por su fe en Jesucristo y la verdadera circuncisión es la del corazón y esta también se realiza en el momento en que creemos en Jesucristo. Colosenses 2:11. En el también fuiste circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo.
Entonces cuando se dice en Hebreos que el nuevo pacto se realiza con la casa de Israel no se refiere al Israel físico sino al Israel espiritual.
Volvamos nuevamente a Hebreos 8, donde encontramos las características del Nuevo Pacto.
En el versículo 12 encontramos la forma en que se ingresa a tomar parte del nuevo pacto, leemos: Porque seré propicio a sus injusticias y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.
El nuevo pacto es el nacimiento en la Vida de Dios.
La forma en que se ingresa dentro de este pacto es por medio del perdón de Pecados que Dios dio al hombre, como resultado de la obra de Jesucristo en la cruz. Este perdón se alcanza por medio de la fe, no mediante obras, o sacrificios. Como lo declara Pablo en Efesios 2:8. No por obras para que nadie se gloríe.
Significa este versículo que Dios simplemente olvida los pecados del hombre? Significa que toda persona tendrá comunión eternamente con Dios, como lo enseña el universalismo? Significa que por la muerte de Jesucristo automáticamente toda persona ha pasado a formar parte del pueblo de Dios? Claro que no.
Dios es propicio, Dios ha preparado todas las circunstancias para hacer posible que el hombre vuelva en comunión con él. Dios ha preparado un perdón de pecados para la persona que individualmente cree y acepta la obra redentora de Jesucristo a su favor; Dios es propicio, Dios declara justa a la persona que cree que Jesucristo murió en la cruz en su lugar; Dios no se acuerda más de los pecados de la persona que ha acudido en fe a la cruz de Cristo.
Dios no toma a la ligera el pecado del hombre porque su pecado y mi pecado fueron castigados, fueron juzgados en la persona de Jesucristo como lo indica Isaías 53:3. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino, más Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Lo que si indica este punto es que toda persona que cree en la obra de Jesucristo entra a formar parte del pueblo de Dios, es declarada hija de Dios, pasa a ser parte del Israel espiritual, heredero de Dios y coheredero juntamente con Cristo, pasa a estar sentado juntamente con Cristo en los lugares celestiales y participa de toda bendición espiritual.
No existe otra puerta, no existe otro medio por el cual podemos alcanzar la bendición de la salvación. Y hablo de una bendición porque si alcanzáramos salvación por medio de nuestras obras entonces nos tocaría hablar de la recompensa de la salvación.
Ahora, nos referimos a que toda persona puede entrar a ser parte de la Iglesia de Jesucristo por medio del pacto nuevo porque este es un pacto universal.
En Efesios 1:5 el apóstol Pablo declara: Habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad.
Dios predestinó desde antes de la fundación del mundo a Jesucristo para que fuera el medio de salvación para el hombre. De manera que toda persona que cree en Jesucristo entra a formar parte de esta predestinación realizada desde la eternidad. La predestinación no significa el escogimiento particular de la personas para salvación mientras otras son elegidas para condenación, pues esto no es coherente con el amor y la justicia divina. El deseo de Dios declara Pablo en 1 Timoteo 2:4. Es que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Si Pablo tuviera en mente la predestinación de solamente un grupo de personas pues estas palabras no tendrían sentido, ni tampoco su exhortación a interceder por todos los hombres para salvación.
Tampoco tendría sentido sus palabras de 1 Corintios 9:22. Me he hecho débil a los débiles, a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos. Note que el no habla de salvar a los predestinados, sino al mayor número posible.
En segundo lugar la persona que ingresa en el pacto nuevo tiene el privilegio tener el conocimiento de Dios para ser uno con el .
Versículo 11. Y ninguno enseñará a su prójimo, ni ninguno a su hermano diciendo conoce al Señor; porque todos me conocerán desde el menor hasta el mayor de ellos.
Esta característica del pacto nuevo nos promete un conocimiento especial, no es un conocimiento teórico, es el conocimiento que da el Espíritu de Dios al creyente acerca de la vida de Dios para que el creyente llegue a ser un solo espíritu con Dios. Como enseña Pablo en 1 Corintios 6:17. Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él.
El ser un solo espíritu con el Señor es algo tan real y palpable que Pablo podía decir ya no vivo yo, Cristo vive en mi. El viejo Pablo quedó atrás, ahora soy una persona nueva, tengo un nuevo comportamiento que me ha enseñado el Espíritu de Dios y ese comportamiento es la vida de Cristo en mi.
Antes era imperfecto, ahora soy perfecto en espíritu, antes era injusto, ahora mi espíritu está justo delante de Dios, antes estaba bajo condenación, ahora estoy libre de toda condenación por la obra de Jesucristo. Ahora soy una nueva creación, una nueva criatura.
Esta obra no la puede realizar hombre alguno, solamente el Espíritu de Dios.
Algunos argumentan que si el pacto nuevo estuviera ya en vigencia pues entonces no se necesitarían pastores ni maestros.
A estas personas les pregunto: A que tipo de conocimiento creen Uds. Que se refiere el Señor cuando dice: Todos me conocerán desde el mayor hasta el menor. Piensan que es un conocimiento teórico? Piensan que se refiere al conocimiento de los escritos bíblicos? Piensan Uds. Que se refiere al conocimiento histórico de los milagros de Jesús, de la vida los apóstoles o de la vida Pablo?
Claro que no se refiere al conocimiento teórico, histórico, porque para obtenerlo no se requiere de ninguna unción o sabiduría espiritual, simplemente lea el Nuevo testamento y allí está al alcance de todos.
El conocimiento a que hace referencia Hebreos 8:11, es a la experiencia, la vivencia diaria de la vida con Dios, en la cual, él por medio de su Espíritu nos guía y nos enseña toda verdad; se refiere a ese conocimiento práctico por medio del cual en el interactuar diario, tengo menos de mí mismo y más de él; es esa experiencia constante en la cual día a día adquiero más de la imagen de Cristo Jesús en mi vida para llegar a ser semejante a él, como lo enseña 2 Corintios 3:18. Por tanto nosotros todos mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos trasformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
Este conocimiento nunca podrá impartirlo ningún pastor o maestro de la Biblia porque es obra exclusiva del Espíritu Santo.
El trabajo del pastor, del maestro, es enseñar el conocimiento teórico de la vida cristiana, es guiar a las personas a la continua dependencia del Espíritu de Dios.
No es madura la persona por conocer textos de la Biblia, es madura cuando ha ejercitado sus sentidos en el discernimiento del bien y el mal. Hebreos 5:14. Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.
No intentemos hacer la obra que es exclusiva del Espíritu de Dios porque encontremos el fracaso absoluto.
En este sentido el líder espiritual de la actualidad efectúa una labor semejante a realizada por la ley mosaica que vemos en Gálatas 3:24-25. De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe, pero venida la fe ya no estamos bajo ayo.
¿Qué es el ayo? Un tutor, un maestro que guiaba al niño hasta que este crecía y estaba en condiciones de defenderse de valerse por si mismo.
La ley condujo al pueblo de Israel hasta Cristo, pero estando ya presente Cristo ya no hay necesidad de la ley; igualmente el líder de hoy, es llamado a predicar el mensaje de salvación a las personas, es llamado a guiarlas hasta Jesucristo, a enseñarles a depender de la dirección del Espíritu Santo.
Lo que sucede en la realidad es que se ha formado a los creyentes dependientes de los lideres y no se les enseña a depender de Dios, de ahí que el creyente permanece en un estado de infantilidad y constantemente necesita de leche espiritual, porque el solo hecho de depender de Dios le aterra y para el colmo el creyente ha llegado a creer que la vida de dependencia de Dios es exclusiva de solo unas cuantas personas; piensan que ese tipo de relación con Dios requiere de un gran esfuerzo y sacrificio personal de tal manera que solo unos cuantos tienen el privilegio de tenerla.
Se enseña al creyente a depender de la voz del líder, de la sabiduría del líder y no de la voz y la sabiduría del Espíritu Santo, ( entre otras cosas esto es rastro de la tradición religiosa en la cual cuando el Papa habla no puede ser contradicho pues es la voz de Dios ) porque se vende la idea que a las únicas personas que les habla Dios es a los líderes, pero que el creyente normal, ni siquiera puede aspirar a ese bendición y aún hoy en el tiempo del nuevo pacto los creyentes dependen de los hombres para conocer la voluntad de Dios, como si vivieran en los tiempos antiguo testamentario cuando la gente iba a donde el profeta para que Dios les hablara por medio de ellos.
El trabajo del líder es confirmar la guianza que Dios imparte a sus hijos, por su Espíritu Santo, pero el líder no es fuente primaria, ni exclusiva de esa voluntad.
Es lo que vemos en el libro de los hechos, Dios le habla a Pedro, a Pablo. Le habla a Ananías un creyente normal de la ciudad de Damasco, para que fuera a orar por Saulo, el perseguidor.
Mientras el creyente de hoy, mientras la Iglesia de hoy no aprenda a escuchar la voz de Dios por medio del Espíritu Santo, mientras la Iglesia de hoy no aprenda la enseñanza personal, directa del Espíritu de Dios, no pasará del conocimiento teórico, no podrá mostrar al mundo la vida abundante que Jesucristo vino a darnos, y permanecerá en el estado de bebes espirituales, que necesitan del bordón de su líder para poder vivir. Estos Creyentes terminan siempre queriendo agradar al Pastor o Lider en ves de Agradar a Dios.
Cuando el líder no es maduro solamente hablará del Cristo histórico, pero no del resucitado, del glorificado, porque para el pareciera que él no hubiera resucitdo.
Hoy el creyente no desea ser portador de la imagen de Jesús en su vida y se conforma con verla en unas pocas personas, ignorando que todo aquel que ha creído en Jesucristo es ungido, sellado por el poder del Espíritu Santo.
No miremos, cuanto tiene el hermano en su vida de Cristo, más bien examinémonos y miremos cuanto tenemos de la gloria de Dios en nosotros, porque este es uno de los privilegios del nuevo pacto sobre el cual esta basada nuestra relación con Dios.
El líder es llamado a enseñar al creyente a depender de la guía y obra del Espíritu de Dios, es llamado a dejar que el Espíritu de Dios cumpla su obra en cada creyente sin interponerse ni mucho menos impedir su obra.
Normalmente un creyente luego de unos cinco años de congregarse empieza a escuchar la repetición de los mensajes escuchados en sus primeros años de vida cristiana: La mujer samaritana, Jesús resucitando a Lázaro, Jesús hablando con Zaqueo.Y eso ni hablar de los mensajes de Prosperidad, de Pensamiento Positivo y demas Basura que se Introduce sutilmente. Pareciera que la acción de Dios con su Iglesia hubiera terminado cuando finaliza Hechos 28.
Tal pareciera que la madurez del creyente radicara en aprender de memoria los sucesos históricos de los personajes bíblicos. Es esta la vida cristiana? En esto radica la madurez? Claro que no.
Eso es tener conocimiento de los hechos históricos del primer siglo, pero no tener la vida Dios morando en su vida.
La madurez cristiana radica en que adquiero cada día más de la imagen de Jesucristo en mi vida por medio de la obra del Espíritu de Dios; En que manifiesto cada día más del poder y de la autoridad de Jesucristo en mi ser; en que cada día fluye más en mi vida el amor de Dios en favor del prójimo necesitado, esa es la madurez cristiana.
Que triste cuando el Líder está interesado solo en tener una congregación numerosa que le represente buenas entradas económicas y no en tener creyentes de calidad. Algunos se ufanan de tener la congregación más grande de la ciudad o del país, a los que tienen este pensamiento no olviden que también los cementerios crecen en población todos los días, pero no tiene manifiestan vida.
Son congregaciones que más bien debieran llamarse Guarderías Infantiles, pues sus miembros nunca dejan de tomar leche y de depender del bastón de su líder.
Pacto Nuevo es sinónimo de madurez por medio de la obra del Espíritu de Dios.
En tercer lugar en el nuevo pacto tenemos una nueva relación con Dios. Versículo 10 c. Y seré a ellos por Dios y ellos me serán por pueblo.
Se ha dado cuenta como cuando el pueblo de Israel se refería a Dios la forma en que lo hacían? El Dios de Abraham, de Isaac, y de Jacob. Oye que triste, que Dios tan lejano, era solamente el Dios de sus padres.
Pero ahora el Apóstol Pablo nos enseña a decirle a Dios Abba Padre, Papito mío. Romanos 8:15.
Este es otro de los privilegios que tenemos en el nuevo pacto, tenemos una relación única, más estrecha que la que había bajo el viejo pacto.
Hoy somos hijos, herederos de Dios y coherederos juntamente con Cristo, como leemos en Gálatas 4:7. Así que ya no eres esclavo, sino hijo, y si hijo también heredero de Dios y coheredero de Dios por medio de Cristo.
Aquí está uno de los grandes problemas que tiene hoy el creyente, no se ha cerciorado que ya no es un esclavo, un siervo, sino un hijo.
Como el creyente no ha entendido esto, se acerca a Dios, llorando y lamentando, arrastrándose como un gusano, como un trapo de inmundicia, cargado de sentimientos de culpabilidad, declarando que es nada, que es poco menos que un grano de arena.
El creyente aún no ha aceptado las palabras de Jesús de Juan 15:15. Ya no os llamaré siervos porque el siervo no sabe lo que hace su señor, pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.
Ud. ya no es un siervo, un esclavo, porque Dios no es un negrero que adopta hijos para convertirlos en esclavos; no, Dios es un buen Padre y cuando nos llama a entrar en relación con él es para adoptarnos como hijos suyos, por lo tanto somos sus herederos.
De acuerdo a las palabras de Jesús la persona que permanece como siervo es la persona ignorante de las cosas de Dios, si Ud. se encuentra en ese estado le invito a salir de él, porque el deseo de Dios es que Ud. conozca y vida la vida de Dios.
Mientras Ud. tenga la mentalidad de esclavo vivirá una vida espiritual mediocre, porque en fin de cuentas que derechos tiene un esclavo?
Crea lo que Dios nos dice, crea la buena nueva del evangelio, crea que ha comenzado un nuevo tiempo en el cual ya no somos extraños delante de Dios, sino que podemos entrar como hijos a su presencia con toda libertad, porque ya el velo del templo se rasgó en dos, dando a entender el Espíritu que ha sido abierto un nuevo camino de acceso al Padre.
Cuando el creyente entiende que es hijo de Dios, anda confiado, sabe que es portador de bendición, y por lo tanto ahora abre su boca para bendecir a todos lo que le rodean.
Es que algunos creyentes todavía viven en la tradición y van detrás de los hombres para que le echen la bendición, y para que lo bendigan ya sea con aceite o con el vaso de agua, o la rosa bendecida.
Algunos esperan que le traigan un poco de aceite bendecido de Israel, o un poquito de agua del río Jordán para la purificación de las viviendas y un poquito de la arena del desierto de la tentación para apartar los malos espíritus.
Algunos salieron de una tradición para entrar en otra.
Mi hermano, hoy no necesitamos de los símbolos antiguotestamentarios, como lo eran el aceite, el agua de la purificación ritual o el guardar un día de reposo; hoy tenemos la realidad, hoy vivimos en la realidad. Hebreos 10:1. Porque la ley tiene la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas.
En este aspecto algunos creyentes se portan como la esposa que cada día mira la fotografía de su esposo que está prestando el servicio militar, él no está presente, por lo tanto ella se conforma con la fotografía, que simboliza la presencia de su ser amado.
Pero llega el día que su esposo termina su servicio y regresa a casa. Pero su esposa continua mirando todos los días la fotografía, ignorando que la persona de la fotografía ya está en cuerpo presente.
La foto no fue mala, ella cumplió el propósito de recordar a la esposa como era su ser amado. Pero estando ya presente el esposo, ya la señora debe hacer a un lado la foto para concentrarse en el ser real.
Pero en ocasiones el creyente se porta como la mujer del ejemplo, esta embelesado con el símbolo, ignorando que el Espíritu Santo está presente en persona en su vida.
Por eso el creyente no debe depender del aceite de la unción que era el símbolo del Espíritu Santo, porque el Espíritu Santo ya está ejerciendo su ministerio personalmente en la tierra y está morando dentro del creyente. Ahora tenemos no el símbolo sino la realidad misma.
Ahora por el nuevo pacto tenemos una nueva relación con Dios, que es la relación Padre hijo.
En cuarto lugar en el nuevo pacto tenemos un conocimiento personal e interno de la voluntad de Dios. Versículo 10 parte b. Pondré mis leyes en la mente de ellos y sobre su corazón las escribiré.
En el tiempo de la ley mosaica, las leyes de Dios estaban escritas sobre tablas de piedra, Ex. 34:1. Cuando el pueblo deseaba conocer si debía o no hacer algo, se dirigían a los sacerdotes y ellos consultaban la ley y se la comunicaban al pueblo.
Por otra parte cuando alguien del pueblo iba a tomar una decisión se dirigía al Sumo sacerdote y le comunicaba su dilema, entonces el sacerdote metía su mano en la bolsita que tenía en su pecho en la cual estaban las dos piedritas llamadas el urim y el tumim, una representaba el si y la otra el no, de esta forma el consultante sabia que decisión debía tomar.
De esta manera vemos que el pueblo no tenía un contacto personal y directo con Dios sino que este dependía enteramente de los sacerdotes, quienes actuaban como intermediarios. El pueblo no tenía un conocimiento inmediato de la voluntad de Dios sino que debía recurrir a los intermediarios.
Pero ahora en el nuevo pacto, observamos un cambio radical de la situación, la ley ya no está escrita en tablas de piedra, la ley de Dios se encuentra escrita en el corazón de cada creyente.
Nota Ud. Que el apóstol Pablo enseña que el creyente es llamado personalmente a comprobar la voluntad de Dios? En Romanos 12:2 nos dice: No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Luego en Efesios 5:10. Nos dice: Comprobando lo que es agradable al Señor.
Por que no habla el apóstol de conocer la voluntad de Dios sino de comprobarla? Porque el creyente ya internamente conoce lo bueno y lo malo por medio de la obra del Espíritu de Dios y entonces es llamado es a comprobar ese conocimiento interno por medio del vivir diario, por medio del experimentar diario.
En esto radica la madurez del creyente según leemos en Hebreos 5:14. Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.
Cada día vamos aprendiendo, por el conocimiento interno, los propósitos de Dios, lo que es agradable a él, lo que es productivo para nuestra vida espiritual, de esta manera el creyente llega a una estabilidad, a una madurez y ya no se deja arrastrar por ningún viento de doctrina, ya deja de ser un niño fluctuante y aprende a depender de la guía del Espíritu de Dios.
Hoy la voluntad de Dios está a nuestro alcance, para conocerla no se requieren hacer sacrificios, sino en ser dirigidos por el Espíritu de Dios.
Si el conocer la voluntad de Dios fuera algo dificilísimo Dios sería un ser contradictorio, porque por un lado difícilmente me revela su voluntad, pero por otro me pide que viva en ella.
No hermanos, Dios constantemente nos está revelando sus propósitos, no piense que Dios solamente le habla a ciertas personas escogidas, porque de esta manera tenemos a una creyentes que ignoran la obra del Espíritu de Dios con su vida, y los que son concientes en alguna medida de esa obra piensan que les fue dado el Espíritu porque pagaron un gran precio y que lo recibieron solo para que hablen en otras lenguas.
Pero que enseña el apóstol Pablo en Efesios 1:13-14. En él también vosotros habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.
Pablo nos dice: Cuando Ud. Creyó en el evangelio de Jesucristo, entonces Ud. Paso a ser un hijo de Dios por lo tanto Dios le da el Espíritu Santo que no es el resultado de un sacrificio realizado por nuestra parte, sino las arras de nuestra herencia porque ahora somos hijos de Dios y todo hijo tiene parte en la herencia de su padre, por derecho propio no por alguna obra especial de su parte.
De esta manera tenemos: Toda persona que cree en Jesucristo es portadora del Espíritu de Dios, la obra del Espíritu de Dios es revelarnos la voluntad de Dios, por lo tanto todo creyente es llamado a vivir en la voluntad de Dios.
Un obstáculo que se ha presentado a esta verdad es que algunas personas se resisten a creer que con la muerte de Jesús comenzó un nuevo tiempo en el cual Dios obra directamente con sus hijos y quieren mantener el sistema antiguo testamentario de los intermediarios y se presentan ante la Iglesia como los voceros exclusivos de Dios y enseñan a la gente a depender de ellos y no ha depender de Dios.
Que triste es escuchar a creyentes de años en la vida cristiana el preguntar cuando se habla de este tema: Y hermano como se hace para escuchar la voz de Dios? Cómo es la voz de Dios? A lo que yo pregunto: Si Ud. Después de tantos años en la vida cristiana y aún no conoce la voz del Señor, entonces en todos estos años en la voluntad de quien ha estado viviendo?
Pastores enseñen a la congregación que hoy todos somos real sacerdocio, que su oración como pastor no vale más ante Dios que la del miembro de la Iglesia, enseñen que todos tenemos el privilegio de entrar al lugar santísimo y allí hablar con nuestro Padre celestial, así el creyente madurará, pues le estaremos enseñando a depender del Señor y no de ustedes.
Cuando a un creyente se le enseña que es portador de la presencia de Dios, del poder de Dios, entonces va a actuar como Pedro y Juan en la puerta del Templo de Jerusalén cuando encontraron al cojo, va a hablar la palabra de sanidad y el milagro ocurrirá. Pero que es lo que vemos hoy en día?. Cuando el creyente encuentra a una persona necesitada entonces lo invita al culto, donde el cree que se manifiesta exclusivamente la presencia de Dios o lo envía a hablar con el pastor quien es el único que tiene el poder de Dios.
Así encontramos que el creyente de hoy aún está ignorando la verdad que trataba de enseñarles el apóstol Pablo: Ud. es templo del Espíritu de Dios, Ud. Es portador de la presencia de Dios, pero hoy después de 2.000 años todavía el creyente está ignorando como ignoraba la iglesia de Corinto. 1 Corintios 6:19. Ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual tenéis de Dios y que no sois vuestros?
Por eso el creyente aún dice: Voy al templo a buscar la presencia de Dios; me alegré con los que me dijeron vamos a la casa del Señor, repitiendo las palabras del salmo de David, quien las decía porque el estaba viviendo en el tiempo de la ley mosaica, tiempo en el cual Dios no moraba en el creyente sino en un templo construido por el hombre.
No confundamos los tiempos bíblicos, no mezclemos ley mosaica con pacto nuevo, no mezclemos vino viejo con vino nuevo, no mezclemos ley con gracia, porque la Iglesia de Jesucristo tiene razón de ser únicamente en razón del nuevo pacto que el Señor vino a sellar con su sangre.
Concluyo diciendo que toda persona tiene entrada al nuevo pacto cuando cree en Jesucristo como su Salvador, y así empieza a tener el conocimiento que imparte el Espíritu Santo para poder ser un espíritu con el Señor, porque hoy tenemos el privilegio de tener una relación con Dios de padre e hijo, para así tener un conocimiento continuo y directo de la voluntad de Dios con nuestra vida.
Los Pastores y Lideres deberian recordar las palabras del apóstol Pablo en
2 Corintios 3:6. Dios nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra sino del espíritu, porque la letra mata, mas el espíritu vivifica.
Por Mario Pombo
1 comentarios:
BUEN TEMA.
Publicar un comentario